martes, 23 de mayo de 2017

El mundo

Cuando el mundo va mal, muy mal, y lo hace la mayor parte del tiempo, a veces estoy sola, o creo estar sola, incluso preferiría estar sola. Tumbada, en el sofá, en la cama, en cualquier parte cómoda y mullidita, y no hay voz, ni razón que me saque de mis trece. Tengo que cambiarlo todo, pero debería ser fácil, debería gustarme cada paso. Pero me siento inútil, sin fuerzas y sin ayudas, todo tiene que salir de mi, pero de mi no sale nada bueno. Sale cerrar los ojos e imaginarme otro mundo, sale frustrarme y sentarme a llorar, sale odiar cada cabo de ayudar que mi ceguera no me permite ver. Que porque no te levantas y haces algo, sal a dar un paseo, haz deporte, come mejor... Sois unos imbéciles, no veis que soy una estúpida sin puta predisposición, no me apetece hacer nada porque no me llena, porque siempre que me levanto creo que es mejor seguir allí, en ese sitio calentito y mullidito, además si me aburro, salir a pasear no va a cambiarlo sin una conversación, y por desgracia, aquí, no hay mucha gente que me de una buena conversación. Aquí, y puede que no en muchos sitios. Cada vez me agobio más al salir, siento que me quiero ir siempre, y muy pocas veces quiero alargar un momento. Encontrar algo o alguien que entienda un mas mínimo algo de mi, y que diga "joder, es tu vida vívela como quieras", siiiiiiiiiiiiiiiempre te juzgan, nunca lo haces todo bien, siempre tienes tu la culpa, te recuerdan tus errores, te los restriegan, hasta que dejas de aprender de ellos, hasta que solamente son baches, hasta que hacen que no te sientas capaz. Me imagino mi vida, con alguien detrás de mi, diciéndome que lo intente, que lo haga, que aprenda, que siempre va a merecer la pena, que no dude, que no es tan malo ser como soy,que da igual el tipo de conexión que este fallando en mi cabeza, que tenemos todo el tiempo del mundo para crecer, pensar, querer... Nadie me hace daño, ya nadie se burla de mi, es más, que poco me importan muchas cosas, me refuerzo creyendo que me he ido quedando con lo mejor de lo que me toco conocer, y cuantas veces quiero cambiarlo todo. Hoy ni siquiera lloro, ni siquiera estoy deprimida, y por eso quizás no haya rabia, no haya tacos y no haya nombres. Sé que no es mi culpa, sé que no es culpa de nadie, ni del amigo, ni del novio, ni del compañero, ni de mi madre... La culpa es del mundo, que va mal, va muy mal y la gente quiere estar cada vez mas sola.